domingo, 15 de abril de 2007

El código radiofónico

Esta integrado por la voz, la música y los efectos sonoros. En ellos se centra el producto de la radio, no importa hacia donde sean orientados los contenidos. Estos comprenden, dependiendo de la orientación profesional que se requiera, los campos de:

  1. Los programas de noticias
  2. Los programas guionizados o radiodramas
  3. Los programas musicales
Cada uno de los campos de la programación radiofónica tienen características propias y particularidades que dan especificidad al quehacer de la radio. Por ello, es de importancia estudiar los códigos radiofónicos como requisito previo al estudio de los campos en detalle.

La magia de la voz


La voz es el más valioso elemento que tiene la comunicación en la vida humana. es código, acción y vida del lenguaje oral. Según su registro, de aguda a grave, la voz puede ser de soprano, mezzosoprano, contralto, tenor, barítono y bajo. Es esencia y conducto del mensaje de la radio. La emisión de la voz representa lo más significativo del ser humano por que es la palabra, la idea codificada y llevada a la palabra, el principal instrumento por el que se hace posible el aprendizaje y comprensión de la vida.

La voz es el factor de personalidad más importante del hombre. Sin embargo, y aunque algunos locutores, principiantes en la actividad radiofónica, piensan com frecuencia que la voz es el centro de gravedad de todas las cosas que se hacen en la radio, no es así. La voz es sólo uno de diversos factores necesarios para expresarse por medio del micrófono. El locutor radial debe saber hacer buen uso de la voz; interpretar la intención, el contenido de cada mensaje y expresarlo con la propiedad que cada caso requiere.

La voz tiene ciertas cualidades entre las que es preciso distinguir: tono, timbre, intensidad y cantidad. El tono es la mayor o menor elevación del sonido producido por la rapidez de vibración de las cuerdas vocales. De una mayor rapidez de vibración resulta un sonido más agudo. Según el tono, las voces pueden ser clasificadas en agudas, centrales y graves. En las voces femeninas, la voz aguda corresponde a la soprano y en los hombres al tenor. Las voces centrales son la mezzosoprano y el barítono. Las voces graves, en las mujeres son las contraltos y en los hombres los bajos.

El timbre es la particularidad diferenciadora de toda voz. No obstante que las personas tengan un tono de voz igual a muchas más -habrá que reconocer que sólo hay seis-, las voces se diferencian por el timbre, que es la personalidad del que la usa o la calidad diferenciadora de la misma. Para clarificar la idea, no es lo mismo un do producido por un violín que un do producido por un piano. El timbre es producido por los llamados armónicos accesorios que posee cada ser humano y que le permiten tener una voz propia.

La intensidad está identificada por el volumen y la cantidad de aire que se utiliza para difundir la voz y la cantidad se manifiesta por la duración y calidad de un sonido.

Estas cualidades de la voz, además del uso, las inflexiones, la intencionalidad permeadas por las funciones referencial, emotiva, conativa, fática, metalingüística y poética, permiten que la voz humana sea única, indivisible, que sólo cambia con los años de vida del individuo pero que mantiene los matices de personalidad que le son propios.


La música


Es el segundo elemento del código radiofónico y un excelente auxiliar del guión. La música tiene la función poética de servir en la radio para describir, sin palabras, el lugar, el tiempo, el estado de ánimo, las condiciones sociales y de idiosincrasia de la cultura de los pueblos. Se mueve en varias direcciones: en la dimensión del tiempo, en la de las intensidades altas y bajas y en la de volúmenes de tonos crecientes y decrecientes. Los aumentos y las disminuciones tienen un cierto carácter que le da especificidad a la música. Sirve a la radio para intensificar las acciones, para establecer la ambientación en general y para formular cambios en el escenario de la imaginación humana.

Los usos más frecuentes de la música en la producción radiofónica son los que se muestran a continuación:
  • La cortinilla. Esta representada por un fragmento musical, previamente seleccionado y tiene la utilidad de separar dos escenas. La cortinilla es para la radio lo que el punto y seguido o el punto y aparte para el texto impreso. Normalmente no debe pasar de diez segundos de duración y se selecciona de acuerdo al tipo de programa.
  • El puente. En un momento dado, representa los puntos suspensivos y no es otra cosa que una especia de intermedio musical al que se da mayor extensión que a la cortina. Se emplea generalmente para sugerir un lapso entre una escena y otra o para insinuar que la acción se transporta a un sitio diferente de la anterior, en obras dramatizadas. El puente se puede aprovechar, disminuyendo su volumen, para enmarcar los párrafos de narración y puede también anticipar la escena siguiente cuando se le mezcla la música de esa escena. Normalmente dura veinte segundos.

  • La ráfaga. Es un fragmento musical de picos elevados y de corta duración que se caracteriza por la fuerza y el dramatismo que transporta. Su duración es de unos cuantos segundos y se utiliza para reforzar un diálogo que define una situación, o para llamar dinámicamente la atención del público.

  • La fanfarria. Es un pequeño fragmento musical de música de instrumentos de percusión y metales, seleccionado de temas musicales, generalmente épicos, y sirven para las distintas escenas heróicas o situaciones festivas que demanda el guionismo de la radio, en la producción de programas o en tareas de publicidad.

  • La identificación o entrada y salida de programa. Cumple con una función esencial en la producción de programas.
Los efectos sonoros


El tercer componente del código radiofónico está constituido por los efectos de sonido. Son elementos de primera necesidad, principalmente en la producción de programas dramáticos, tienen como finalidad ambientar situaciones, completar escenarios e ilustrar el entorno donde se da la obra radiofónica. Sin los efectos sonoros el público tendría pocas posibilidades de desarrollar su talento imaginal y sería muy difícil establecer una visualización de las imágenes sonoras. Los efectos tienen la virtud de establecer el lugar, el escenario, el tiempo y el ambiente psicológico que se da en las obras radiofónicas.

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